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Materiales para el razonamiento lógico matemático

Desde la iniciación al pensamiento abstracto, el razonamiento lógico matemático se va construyendo de forma progresiva. La capacidad de emplear nuestro pensamiento de forma lógica y establecer relaciones, está ligada a la observación de la realidad y a la exploración activa y manipulativa de materiales adecuados. Descubre nuestra selección.

¿Cuál es la base de la inteligencia? Durante décadas, el razonamiento lógico matemático fue considerado la inteligencia pura. Muchas son las teorías que se han formulado para responder a esta pregunta: Teorías del aprendizaje, teorías conductistas (Skinner, Watson), cognitivistas (Piaget), psicopedagógicas…

Hoy en día, los paradigmas más influyentes como la Teoría de las Inteligencias Múltiples de Gardner afirman que no existe una sola inteligencia y que, por tanto, las bases para el desarrollo de las funciones cognitivas en la infancia van mucho más allá de la mera relación de conceptos.

Además, se destaca la importancia de la motivación por aprender, el interés por el juego, la observación de la realidad, el descubrimiento y la exploración activa como fuentes esenciales de aprendizaje para nuestro desarrollo cognitivo.

La intervención en el razonamiento lógico matemático

Ya sea desde un punto de vista didáctico en el ámbito educativo o desde la intervención terapéutica en el área cognitiva a cualquier edad, las actividades para desarrollar el razonamiento lógico matemático engloban diferentes objetivos y componentes del desarrollo:

  • Percepción sensorial. Enfoques como la integración sensorial destacan la importancia en la consciencia y discriminación de estímulos táctiles, propioceptivos y vestibulares como base de cualquier aprendizaje.
  • La abstracción y representación. Uno de los mayores hitos en el desarrollo cognitivo es el relacionado con la representación de objetos que no están presentes. El juego simbólico es uno de sus representantes y será un gran aliado para el área del lenguaje y la lectoescritura.
  • Organización y orientación espacial. Las experiencias de exploración del espacio permiten situar nuestro cuerpo en el medio físico, para ser capaces de orientarnos y establecer relaciones en comparación al resto de elementos. Será el paso previo al reconocimiento de formas, tamaños y longitudes, organizar recorridos y trayectorias, realizar composiciones, etc.
  • Conceptos básicos de orden, series, categorías, cantidades, pesos y medidas. Para ello, es fundamental formar conjuntos según determinados criterios y establecer relaciones entre ellos. La identificación, comparación y clasificación de elementos es un gran paso para la asimilación del entorno pues nos permite aumentar rápidamente el conocimiento del mundo estableciendo categorías.
  • Resolución de problemas. El orden y sentido que le damos al entorno con las anteriores actuaciones nos proporcionará al mismo tiempo las herramientas para dar sentido a nuestras propias acciones y decisiones, favoreciendo la capacidad de razonar, la planificación de metas y la formulación de hipótesis y predicciones para resolver dificultades de la vida diaria.
  • Numeración y cálculo. La asimilación del concepto numérico va mucho más allá de la mera representación simbólica o el conteo. La cantidad, supone comprender el contenido de elementos en un conjunto, lo que nos permitirá lograr las operaciones de cálculo de forma adecuada. Para ello, lo mejor es contar con materiales manipulativos que permitan visualizar las cantidades y operar con ellas.


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